Hace unos pocos días, María B me la regaló. Entonces mi mala memoria la guardaba bajo capas de polvo, con ella la disfruté como nueva, hasta que me recordaron que había sido una de mis canciones favoritas y que debía tenerla en algún rincón de algún ayer.
Así era, buceando entre las bellezas relegadas al sueño temporal que no al olvido, la encontré…. Esta mañana ha sido lo primero que he buscado. También yo quiero hacer un regalo. Nunca le he preguntado si le gusta la ópera, pero sé que aunque no le gustara, esto sí le llegará… mantengo los ojos cerrados, el frío invade mi cuerpo subiendo desde los pies, me estremezco.
¿Cómo se pondrá el “repeat” en este aparato? No quiero que termine tan pronto. Quiero seguir estremecida un rato más antes de ponerme en marcha, quiero que esta sensación de plenitud se alargue para recordarla todo el día. No quiero perder ni un momento la certeza de que estoy VIVA.
Que me mantengo viva después de aquellos abrazos de ayer, de haber dicho varias veces “te quiero”, y nunca las suficientes para tantas como lo pensé y guardé en estos años. Soy feliz de que la osadía reencontrada, me haya espoleado los deberes y los afectos, y me mantenga despierta en este estado de goloso disfrute de todo lo que no quiero abandonar….. Quizá hoy cocine…