19 agosto 2008

LLUVIA DE AGOSTO

Estos días llovió.
No recordaba ver la lluvia en agosto y últimamente ni en invierno.
Llegó en medio de la noche, confundiéndose con el viento sobre la copa de los árboles y con gemidos lejanos de caricias, llegó disfrazada antes de que cantara el gallo y sin la seguridad de una luz que reflejara en los charcos que había dejado.
Vino levantando al aire aromas de tierra viva, espoleando risas en medio de una cierta preocupación.
Estos días llovió.
Se abrieron los cielos varias mañanas para algo más que para rociarnos, se abrieron para aguar fiestas mágicas de noche y postergar fuegos de artificio fuera de habitaciones semicerradas. Se abrieron para darme uno de los más hermosos amaneceres pisando charcos y despertar sensaciones aletargadas por la monotonía del ambiente seco y tantas otras cosas.

Abrí la nariz a la humedad y la vida, igual que ya tenía atentos el resto de los sentidos. Ahora miro por la ventana esperando que pronto vuelva a llover.

POTAJE DE ACELGAS

INGREDIENTES:
  • Zanahoria en rodajas
  • Puerro abundante
  • Calabaza
  • Acelgas
  • Arroz
  • Millo
  • Garbanzos
  • Tomillo, oliva, chorretón de buen vino blanco, sal y pimienta

Ir rehogando en un fondo escaso de aceite las verduras por orden de dureza. Salpimentar, y finalmente, a fuego muy fuerte, añadirle chorretón de vino y dejar reducir.
Ponerle las acelgas bien lavadas cortadas grandotas, unos poquitos garbanzos ya cocidos y otros pocos millos.
Añadir caldo vegetal o agua y terminar de cocinar.

En días de lluvia apetece el olor a tomillo mientras la memoria se invade de tanto.

2 comentarios:

Ishtar dijo...

Es cierto, el tomillo, las hierbas en general, traen aromas de nostalgia, como esa misma lluvia de agosto que preludia el otoño cual las notas dispersas de una melodía que se acerca, que va y viene, ligera, y nos invita a seguirla.
Me gusta como va el blog y la chispeante felicidad que se nota en ti. Me alegro mucho.

Adormidera dijo...

Diría que respondí a este comentario días ha. No sé donde se perdieron mis palabras, en qué recodo cambiaron de rumbo antes de terminar aquí.
Gracias por tu atención y por compartir también esta felicidad que realmente sí la siento como traviesas chispas de luz.

Los días han seguido grisaceos, extraños, ayer con el cielo tormentoso pero con el aire y el sonido de calma chicha y durmiente.

Una persona me dijo hace poco que en algún lugar se dice que cuando llegas a tu destino y te recibe la lluvia, augura bueno. Como siempre estamos llegando, como cada día es un viaje, yo también espero que esa lluvia fuera presagio de buenos augurios.

Un beso, Ishtar misteriosa.