28 agosto 2008

FUTUROS RECUERDOS DE GRANADA (Huevos rotos)


Este verano ha tocado por fin organizar unos días de viaje. Siempre que llega el momento sufro. Pienso que si algún sitio tengo que escoger, otros tantos más quedarán en el tintero para otro momento. Pero ya una vez supe lo que es no tener más ocasiones y, aunque luego eso cambió, me aterra que en cualquier momento me vuelva a pasar y me encuentre de nuevo con los planes –sueños- a medio realizar.

Con paciencia y gracias al adormecimiento de la droga del tiempo, esa sensación acuciante de que no nos queda mucho va aflojando y, aunque no del todo, es sano que así ocurra. Vivir con una losa permanente sobre los hombros no deja respirar.
Pero no quiero tampoco caer en la dejadez y pecar de nuevo pensando que todo es eterno.

En fin, que tocaba decidir, optar. Finalmente la ciudad de Granada ganó la batalla. Hablando con otras personas, cada cual aconsejaba por lo que ellos conocían, lo mejor que me podía venir. El lugar más hermoso, el viaje más práctico, el más económico, el más descansado, el de los servicios más “in”.

Y cómo explicas a alguien que lo que te mueve en este momento es un recuerdo de cuando tenías 6 ó 7 años?. Una tarde otoñal de escuela, en que la maestra, Dña. Lula, aflojó su método y sentándose en la esquina de su mesa, con sus vaqueros ajustados de pata ancha y sus sandalias de tacón, nos contó su entonces reciente viaje por la Alhambra. Puedo revivir el sonido del agua de las fuentes en su voz, su taconeo ágil sobre los azulejos y verme-verla en un portal esperando que el aguacero inesperado y desproporcionado pasara. No sabría explicar exactamente qué decía haber visto, quizá cuando yo lo tenga delante pueda recordar. Ella ya no está y tampoco volvió nunca más a hablar como en aquel instante en que el reloj se detuvo, pero a mí se me quedó grabado, igual que el olor a mirto y a arrayán que nunca olí y sólo adivino, y el disco que entonces nos hizo escuchar.

http://www.youtube.com/watch?v=RLHR8zaEsA8

…Es por eso que en unos días partiré a esa ciudad. De las cosas que nos dejan en la infancia, nosotros vamos derivando nuestro propio existir, supongo. Discutía uno de estos días (o muchos) con “To”, porque yo creo que no todo nuestro presente está directamente dirigido desde nuestro pasado, sino que con conocimiento y experiencia, muchas cosas hemos podido trasgredirlas y superarlas, aunque finalmente siempre quede ahí un poso. Y de uno de esos posos, positivo en este caso, proviene la ilusión por este viaje.


Esta vez no he pensado en el calor ni en las cuestas. Sólo me llevo los ojos limpios para que me entre todo, la cámara en blanco para grabar aquello que desee otros puedan recordar, sólo la intención de perder (o de ganar, según se mire) el tiempo, ver amanecer y anochecer desde el Albahicín.

Y bueno… el otro día, visitando uno de mis blogs de cabecera A MÍ LO QUE ME GUSTA ES COCINAR
http://bastet30.livejournal.com/, me sorprendió con un post subido sobre su viaje por Granada-Almería, y con la mención al plato alpujarreño que igual a mí también me gustaría probar. Así que yo hoy traigo mi propia versión ovolácteovegetariana; ya habrán notado los que hayan sentido la más mínima curiosidad, que los pescados y las carnes casi siempre se me olvidan en el supermercado.

HUEVOS ROTOS VEGETARIANOS


INGREDIENTES:

  • Habichuelas (judías verdes preferiblemente redondas y muy tiernas)
  • Pimientos rojos asados
  • Huevos
  • Aceite y sal.

No tiene mayor secreto pero está riquísimo. Las judías para mi gusto al vapor o cocinadas al dente- aunque sofritas en crudo quedan también genial-, los pimientos rojos asados, despepitados y pelados, y todo rehogado con aceite, pimienta y sal… Preparar algo de pan y cascar los huevos, sin más.

De la foto decir que no le hace justicia al sabor. Tenía muchas de este día pero se perdieron junto con la memoria de mi ordenador y hasta que no lo vuelva a repetir...

25 agosto 2008

CON GANAS DE BAILAR


Después de un final de semana un tanto relajado, ausente, melancólico y obligado al descanso, comienza una nueva etapa. Y qué bello amanecer el de hoy. No en el cielo, que ése, tal y como acostumbra en las mañanas de los veranos de mi casa, se despertó gris, con la panza de burro haciendo de biombo al sol.
Sin embargo en mí sí encontré una luz radiante y cálida, que volvió a la vida pies y tobillos, fríos por la caricia del aire de la primera hora de la mañana. El estremecimiento, algo tan físico, llegó a espabilarme augurándome un día y una semana propicia e inspirada... y como tantas veces llegaron las ganas de bailar.

Ha iniciado, continuará y , espero, termine con la alegría que me proporciona todo lo que empieza: un día, una vida, un despertar, una letra, un plantón, una sonrisa, un plan o un sueño.

Para todo el que lea: ¡una estupenda semana y... a bailar!

(ya sabe el que quiera, puede abrirlo en una ventana nueva y mover los pies cuidando no salirse por la ventana abierta)

ENSALADA DE LOMBARDA Y YOGUR

INGREDIENTES:
  • Lombarda
  • Zanahoria
  • Cebolla roja o blanca tiernita
  • Queso blanco fresco
  • Aceitunas negras
  • ALIÑO: 1 yogur natural + mayonesa + oliva + vinagre+ sal + cominos + ajo en polvo


24 agosto 2008

Om tare tuttare...

"Om tare tuttare ture mama ayur punye jnana pushtim kuru svaha"
...Tara blanca es un ser iluminado bajo aspecto femenino cuya función es conceder larga vida, sabiduría y buena fortuna. Si confiamos en ella con fe, nos protegerá de enfermedades contagiosas y de una muerte prematura...

Nunca he sido especialmente espiritual. Con los ojos de mi mente, probablemente equivocada, ¡a saber!, me enfrento con todo lo que no entiendo. Y creo que precisamente ese cedazo me impide llegar al centro de muchos temas que necesitan mucho de apertura.

Cuando "To" me regaló este tema, dudo que intuyera el bien que me iba a hacer. No sé porqué, no sé donde está el truco, aún mi mente no encontró la respuesta, pero tanto el mantra de Tara blanca como su imagen, me imbuyen en una profunda paz. Y por esta vez no me apetece indagar, sólo dejarme llevar...
Y ahora que pienso, qué poco misticismo respira también mis excursiones por la cocina... jajajajajjaja. Ya que estoy, quisiera compartir algo de lo que tengo atrasado pero, a ver cómo enlazo yo a Tara blanca con el mundano placer del comer.

Quizá con una ensalada que suelo hacer con arroz basmati aunque esta vez no me quedaba y usé de otro. Si es que no quiero olvidar que esto es un blog de cocina, jajajajja, pero a veces me dejo llevar.


ENSALADA TIBIA DE ARROZ Y FRUTA


INGREDIENTES:
  • Arroz basmati cocinado
  • Puerro o cebolla
  • Huevo
  • Guisantes
  • Piña en almíbar
  • Manzana ácida, jugosa y crujiente
  • Aceite de oliva y sal.

La idea es hacer una tortilla francesa o revuelto con los huevos, sal y un poco de oliva. Reservar mientras rehogamos el puerro abundante y/o la cebolla y cuando ya esté listo, añadimos el arroz, el huevo y un puñito de guisantes cocinado que saltearemos a fuego fuerte. A la hora de servir, tener ya la fruta fría y partida, añadirla por arriba y a la mesa.

El contraste tibio del salteado con la fruta es una delicia, y la mezcla de sabores delicados también.


(Para la foto se adornó con plátano y durazno. Uhmmmm... el plátano no le va mal, incluso dorando las rodajas en la plancha, pero el durazno mejor dejarlo para comer después. )


FRANCIA, EL PRINCIPITO, MI LUZ



Desde hace unos días, casi por casualidad, vengo oyendo decir cosas sobre la Bretaña francesa.

Está claro ya que la forma en que mi cabeza relaciona los hechos lleva su propia lógica, que ni me molesto en analizar.

El hecho es que tras reconocer mi completa ignorancia sobre todo lo que tenga que ver con ese país, caí en la idea de que mi libro de cabecera preferido es precisamente de un francés.

Hace 25 años que guardo esta edición de "El Principito" de Antoine de Saint Exupery que un compañero de instituto, mayor que yo, me dejó. Bendita generosidad la de entonces, que por un cariño adolescente, caliente a juzgar por los manotazos, empujones y carrerillas que me obligaba a dar, uno recibía los libros de un compañero que te llevaba ventaja en años y cursos.
Ante la imposibilidad de dejarme volar por allí, recalé en las sobadas páginas del libro. Lo he vuelto a coger, abierto, ojeado y una vez más recordado este capítulo de cuando el Principito se encuentra en la Tierra con un zorro, y transcribo:


""...
-Mi vida es muy monótona. Cazo gallinas y los hombres me cazan a mí. Todas las gallinas se parecen y todos los hombres son iguales; por consiguiente me aburro un poco. Si tú me domesticas, mi vida estará llena de sól. Conoceré el rumor de unos pasos diferentes a todos los demás. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra; los tuyos me llamarán fuera de la madriguera como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves allá abajo los campos de trigo? Yo no como pan y por lo tanto el trigo es para mí algo inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada y eso me pone triste. ¡Pero tú tienes los cabellos dorados y será algo maravilloso cuando me domestiques! El trigo, que es dorado también, será un recuerdo de ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo.
El zorro calló y miró un buen rato al principito:
-Por favor... domestícame -le dijo.
-Bien quisiera -le respondió el principito pero no tengo mucho tiempo. He de buscar amigos y conocer muchas cosas.
-Sólo se conocen bien las cosas que se domestican -dijo el zorro-. Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Lo compran todo hecho en las tiendas. Y como no hay tiendas donde vendan amigos, Ios hombres no tienen ya amigos. ¡Si quieres un amigo, domestícame!
-¿Qué debo hacer? -preguntó el príncipito.
-Debes tener mucha paciencia -respondió el zorro-. Te sentarás al principio ún poco lejos de mí, así, en el suelo; yo te miraré con el rabillo del ojo y tú no me dirás nada. El lenguaje es fuente de malos entendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca...

El principito volvió al día siguiente.
-Hubiera sido mejor -dijo el zorro- que vinieras a la misma hora. Si vienes, por ejempló, a las cuatro de la tarde; desde las tres yo empezaría a ser dichoso. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto, descubriré así lo que vale la feliçidad. Pero si tú vienes a cualquier hora, nunça sabré cuándo preparar mi corazón... Los ritos son necesarios.
-¿Qué es un rito? -inquirió el principito.
-Es también algo demasiado olvidado -dijo el zorro-. Es lo que hace que un día no se parezca a otro día y que una hora sea diferente a otra. Entre los cazadores, por ejemplo, hay un rito. Los jueves bailan con las muchachas del pueblo. Los jueves entonces son días maravillosos en los que puedo ir de paseo hasta la viña. Si los cazadores no bailaran en día fijo, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones.
De esta manera el principito domesticó al zorro. Y cuando se fue acercando eI día de la partida:
-¡Ah! -dijo el zorro-, lloraré.
-Tuya es la culpa -le dijo el principito-, yo no quería hacerte daño, pero tú has querido que te domestique...
-Ciertamente -dijo el zorro.
- Y vas a llorar!, -dijo él principito.
-¡Seguro!
-No ganas nada.
-Gano -dijo el zorro- por el color del trigo.""




Y otra vez se me va la cabeza y pienso que si hoy añoro algo que está lejos será porque yo también aprendí a observar, esperar y relacionar su color con tantas sensaciones hermosas.
¿Será éso efecto de la doma?.

Y de Francia salto otra vez a la isla y mi cocina, y de principitos creados por jóvenes franceses, a mis propias creaciones, elucubraciones, derivaciones, locuras en la cocina y en la vida.

Atrevimiento el mío al desvirtuar, probablemente, una receta de siglos. Pensé incluso cambiarle el nombre pero, para mejor entendernos, se lo conservo y añado mis disculpas por escasa fidelidad a la receta original.


FALAFELS "muy libres"


INGREDIENTES:

  • Garbanzos remojados durante 24 horas
  • Trocito de cebolla
  • Ajo fresco o en polvo
  • Comino
  • Jengibre
  • Sal y Pimienta
  • Cilantro
  • Huevo
  • Pan rallado
  • Aceite para freir

En la picadora procesé (palabra comodín que tomo prestada de los amigos de otros países) los garbanzos con la cebolla, el ajo, el comino, el jengibre, la sal y la pimienta. Fuera le añadí el cilantro fresco picado (otra vez probaré también a ponerle semillas).
El final ya se puede adivinar. Hice bolitas con las manos que luego aplasté , pasé por huevo batido y pan rallado.
La amalgama de los garbanzos fue un tanto complicada pq se me desmorronaba, así que finalmente metí parte del huevo batido dentro para poder manejar mejor la masa y se hizo innecesario el pan.
Freir y listo. Ideal para compartir con una buena ensalada.


Una delicia de verdad. Hace poco lo había probado en un restaurante y me quedé impactada. Para acompañar, y como no tenía yogur, hice una pequeña guarrada pero que le fue como anillo al dedo y que se puede variar como se quiera (añadiendo queso de untar, limón o vinagre o nata, cilantro fresco etc), pero en este caso y más sencillo todavía:
Mayonesa industrial espolvoreada por encima con ajo en polvo, comino, molido y en grano, y semillas de coriandro (mmmmmmmmmm, brutal el sabor de las semillas al explotar en la boca, refrescante y exótico a la vez, repetimos y repetimos y volveremos a repetir).

22 agosto 2008

EL REGALO DE TO

http://www.youtube.com/watch?v=i0osoOz3CxM
(abrir en ventana nueva)

Me decías el otro día: tendrás muchas cosas que contar de esta semana.
Entonces te contesté que en los momentos de felicidad exaltada apenas puedo concentrarme en escribir. Hace falta una mano de hierro que estruje las entrañas para que salgan lágrimas de palabras.
Quizá entonces exageré, he pensado después. Al fin y al cabo últimamente todo lo que cuento es positivo y, como bien decía Ishtar, me siento chispeante.
Así que me he sentado delante de mi portátil, obligándome a trabajar.

Estuve pensado que algunas personas parecen pasar por este mundo en una constante búsqueda de paz. Chocan sus ojos con nosotros mientras paseamos la calle y quizá alguna nos rozó el hombro un día de lluvia mientras buscábamos refugio bajo los aleros y los escaparates.

Quizá nos giramos hacia ellos para susurrar una disculpa y sonreír azorados. Y seguimos nuestras vidas de altos y bajos, de pavesas ahora dormidas y otras encendidas llamas, de quietud y silencio, algarabía o llantos.

Sin buscar nada es posible que un día nos miremos de frente y ante su inquietud, nosotros no sepamos sino ofrecer la inocente inconsciencia. A mí me pasó con “To”. Y hasta sacándolo de sus casillas le oferté un mundo donde sólo se necesitaba sentir lo que nos rodea para vivir en paz y le dije:
To, me gustaría que vieras lo fácil que es todo cuando sólo se trata de dejarse acariciar por el sol y llenarse de energía, que el aire invada a ráfagas el cuerpo, lo estremezca al traspasarlo. Es tan fácil como pequeño se llega uno a sentir. De qué valen todas estas largas y agotadoras charlas, difíciles, acaloradas, si cuando estuvieras mirando los llanos de lava del Paso todo se te olvidaría, cuando al bajar la brisa derramándose sobre la cumbre, todo dejaría de tener importancia ...hasta yo y mi cerrazón.
Me gustaría que durante un rato muy largo sintieras lo que es andar con los pies ligeros sin nada presionando la barriga ni el pecho. Y es tan fácil....
Cuando vieras atardecer sobre Tijarafe, cuando la inmensidad plata vista desde lo alto te pareciera tan hermosa que te diera ganas de llorar, entonces entenderías que no ha merecido ni una de las "broncas" por el ser, el ego, la mente o la iluminación que tú y yo hemos tenido. Que entonces ya no hace falta seguir buscando.

Cuando, hace apenas un par de días, viví un momento de arrebato, “To” me quiso regalar parte de su luchada calma y me ofreció un mantra.
Es tan hermoso que desde entonces lo escucho sin parar. Pienso que en realidad no significa nada, y me doy cuenta que yo también busco inconscientemente cosas, que quizá le demos distintos nombres pero que yo también tengo mucho que aprender.

Te dije que no tenía nada que contar, pero a poco que he pensado, he descubierto que sí, tantas que se quedan en el tintero para otro día de calma en que nos sentemos tú y yo a charlar.

Om tare tuttare …

19 agosto 2008

LLUVIA DE AGOSTO

Estos días llovió.
No recordaba ver la lluvia en agosto y últimamente ni en invierno.
Llegó en medio de la noche, confundiéndose con el viento sobre la copa de los árboles y con gemidos lejanos de caricias, llegó disfrazada antes de que cantara el gallo y sin la seguridad de una luz que reflejara en los charcos que había dejado.
Vino levantando al aire aromas de tierra viva, espoleando risas en medio de una cierta preocupación.
Estos días llovió.
Se abrieron los cielos varias mañanas para algo más que para rociarnos, se abrieron para aguar fiestas mágicas de noche y postergar fuegos de artificio fuera de habitaciones semicerradas. Se abrieron para darme uno de los más hermosos amaneceres pisando charcos y despertar sensaciones aletargadas por la monotonía del ambiente seco y tantas otras cosas.

Abrí la nariz a la humedad y la vida, igual que ya tenía atentos el resto de los sentidos. Ahora miro por la ventana esperando que pronto vuelva a llover.

POTAJE DE ACELGAS

INGREDIENTES:
  • Zanahoria en rodajas
  • Puerro abundante
  • Calabaza
  • Acelgas
  • Arroz
  • Millo
  • Garbanzos
  • Tomillo, oliva, chorretón de buen vino blanco, sal y pimienta

Ir rehogando en un fondo escaso de aceite las verduras por orden de dureza. Salpimentar, y finalmente, a fuego muy fuerte, añadirle chorretón de vino y dejar reducir.
Ponerle las acelgas bien lavadas cortadas grandotas, unos poquitos garbanzos ya cocidos y otros pocos millos.
Añadir caldo vegetal o agua y terminar de cocinar.

En días de lluvia apetece el olor a tomillo mientras la memoria se invade de tanto.

12 agosto 2008

ENSALADA DE MELOCOTÓN Y YOGUR

DIARIO DE A BORDO

Hoy he tenido que mirar por dos veces el calendario para cerciorarme del día que transcurre. El gris se hizo fuerte durante la noche, cubriendo el cielo, el horizonte y el mar. Una única máscara de pintura densa y cubriente… si fuera de una marca comercial, daría buenas referencias por esa capacidad.
Cremoso gris, sí, con una pizca azulada de fondo, quizá algo más de rojo caldera. ¡Y ya! Aquí está esa densa capa metiéndose por los ojos hasta el alma.
Y no quiero, no… hoy me toca volar, quiero subir más arriba de la manta grisácea y dejarme acariciar de luz y claridad.

Esta mañana hubiera deseado que la almohada hubiera hecho pactos con los sueños, y jugado a hacer cosquillas para levantarme con el ánimo sonriente. Hubiera querido eso mismo para ti. Pero ahora sólo queda desperezarse, ponerse en marcha, me espera un avión y un cielo radiante, eso ya es suficiente. Si quieres acompañarme sólo déjate guiar.
Un beso y buen puente a todos.

ENSALADA CON MELOCOTÓN Y YOGUR.

INGREDIENTES:


  • Verde (lechuga)
  • Melocotón en almíbar (también lo he probado con nectarinas con estupendo resultado)
  • Tiras de queso de bola
  • Salsa de yogur : 1 Yogur natural, 1cucharada de mayonesa, 1 cucharada de oliva, ½ cucharada de vinagre, 1 punta de mostaza suave, 1 punta de miel de abeja, sal y pimienta de colores.

06 agosto 2008

ESCACHO entre el pasado y el presente.

Ciertos días de fiesta abren en mi memoria rasgaduras por donde se cuelan los recuerdos. A veces pienso que incluso demasiados, o que son demasiado jugosos y frescos para ser reales y no teñidos por mi mente (te guiño). Me pregunto cuándo mis vivencias de hace pocos años pasarán a ser fuente de nostalgias, ríos de pensamientos que me lleven hasta allí donde sea. Dónde está el límite entre el pasado pasado y el pasado reciente, y qué hace atractivo ese ayer tan lejano salvo mi propia costumbre de resaltarlo.
No hace mucho, atravesando el centro de la isla por la misma carretera de siempre, y mientras tendía a dejarme llevar por recuerdos de la infancia con mis abuelos, de las risas con mi prima del alma, de las margaritas del invierno en el solitario cementerio, de mano de personas que ya no están o no puedo localizar, analizaba el porqué de esa sintonía con hechos tan pasados. Me quejaba, supongo, de la imposibilidad de atrapar y revivir otros mucho más cercanos, temiendo perderme en brumas demasiado densas fabricadas (¿) por mi mente.
Y de repente, igual que el agua fluye sin posibilidad de atajarla, las imágenes fluyeron ahora en color, aún sin estar teñidas en sepia y las impresiones que estrujaron mi alma podía casi tocarlas en el tiempo de mi pasado más reciente. Aparecieron atardeceres en la plaza solitaria de la ermita del Pino en el monte, con un intenso olor a pinillo y resina, a polvo de caminos arañados a la tierra colándose por la nariz, recuerdos de sofoco y aire denso de siesta veraniega. Escuché voces, la mía también, reverdecidas por el eco del barranco, confidencias y risas que los días aún no sofocaron, sol intenso sobre piel dorada mientras fotografiaba azulejos en la Plaza de Las Manchas, sal y sed, rumor de pinos… y todo es tan pasado y tan presente. Tan lejano como los primeros que puedo apresar, tan cercano como las últimas visitas de hace apenas unos meses.

Y con esa mezcla de pasado y presente, y feliz porque ayer mi retina se llenó de colores que muy pronto podré plasmar, subo hoy una receta también mezcla. Aprendida de bisabuela, abuela y madre, reinventada cada verano que decido volver a hacerla. Cuando quiero sabor isleño, sabor palmero, sabor de centro de isla, recurro a estos sabores. Y qué fácil es revivir una vez más los días de verano de ayer y de siempre, los que siguen siendo, perezosos, pesados y sin embargo intensos y frescos.

ESCACHO.

Ingredientes:
  • Papas
  • Mojo verde (1 pimienta verde, trocito de pimiento morrón del mismo color, 2 ó 3 ajos, comino, orégano, sal, aceite y vinagre)
  • Quesos palmeros rallados (de cabra ahumado), yo uso fresco y algún trozo viejo o incluso garafiano que es más curado de por si.
  • Gofio al gusto (Cereales tostados con sal y hechos harina en molinos de piedra, yo prefiero el mezcla de 5 ó7 cereales)

No queda sino cocinar las papas con sal, escurrirlas guardando algo del caldo, escacharlas con un tenedor y a capricho, yo prefiero que queden algunos bolichitos enteros. Cuando estén tibias, empapar con el mojo verde, si resultara poco mojo o mucha papa, se puede mezclar la salsa con algo del caldo reservado. La idea es luego amasar con las manos el gofio en esta “poliada”. Dejar de consistencia que se pueda amalgamar con el puño con un poquitín de esfuerzo. Completar con los quesos rallados. Tener en cuenta que el curado le dará un puntito fuertecito y el más fresco, será la ralladura que se va a ver al corte. Completar con más orégano si le gusta con más sabor. Ya la cantidad de yerbas y queso es a elección de cada cual.

En muchas casas se completa con pimiento morrón y cebolla fresca picada, lo que le proporciona un toque crujiente y fresco al plato. A mí no me gusta, salvo que lo vaya a comer inmediatamente, que no suele ser lo habitual.
Normalmente lo guardo hecho pellas en un tuper en la nevera. Aguanta varios días, y se toma como picoteo o como plato único acompañando fruta de temporada jugosa: uvas o tunos.

Ay, a estas horas de la mañana que escribo y ya la mente se me va en post de alguna romería, donde suele ser habitual llevarlo en una cesta y compartir. Y para compartir aquí queda...