07 noviembre 2008

SAN MARTÍN, TIN TIN

Se acerca el 11 de noviembre, día de San Martín.
Que yo recuerde en la isla no hay Iglesia, ni imagen, ni fiesta religiosa que lo venere. Pero sin embargo pocos olvidan esta fecha.
Noviembre es tiempo no sólo de calabazas, setas y castañas. Es momento de abrir puertas, "jurar las pipas" y probar los caldos que se pisaron el reciente verano. Tradicionalmente las parrandas de amigos se reúnen, con o sin bodega. Corre entonces el vino reciente a poder ser, y al calor de los fogones se ríe, se canta, se pegan unos con otros buscando el calor. Sobre la mesa, quizá, quesos, pescado salado preparado, pinchos de carne asada, boniatos y castañas tostadas o guisadas desprenden su olor a anís y leña encendida.
Este año en mi casa será especial. ¿Porqué? Pues como dice aquella canción que da un motivo al querer, yo también digo que lo será "porque me da la gana". Serán los primeros "sanmartines", como decimos por aquí, en el Cuarto Verde. Se estrena esa habitación pensada para compartir con los demás. No estarán todos los que querría, aunque desde aquí declaro que por ellos estará una vela en la mesa y una silla dispuesta a mi lado.
Como entre semana nos dejamos gobernar por el Rey Tiempo, mañana será la reunión. No sé si tendrá algo que ver con lo que describía el periodista a finales del XIX
"El día de San Martín se abren las bodegas en la antigua Benahoare; suenan los populares guitarrillos y comienza la algazara de la gente alegre, desde que la noche tiende sus velos, mujeres hermosas y apuestos galanes, reunidos fraternalmente en sus hogares, improvisan y entablan diálogos llenos de animación y de viveza de colorido local en los que chispea la gracia y se juntan las manos para aplaudir el calenbour que, como arma de doble filo, recorre el perímetro de la sala. Los viejos y las viejas también toman parte activa en esa fiesta, sintiendo que su espíritu se remoza, apurando buenos tragos de rico moscatel, sin dedeñar los vasos rebosantes del listán o del dorado malvasía". Isaac Viera
... pero hoy empieza mi labor para agasajar a los invitados, y espero que todo salga bien. El menú en parte para seguir la tradición, en parte para contentar a una futura madre: Picoteo a decidir, Costillas guisadas con papas y mojo de cilantro, y Corvina salada preparada con boniatos, Castañas guisadas con anís y para el café: foto cuando tenga mejor conexión, en este momento no hay manera de subirla.
Feliz víspera de S. Martín a todos.
Posdata:
"El que reciba un racimo de un viticultor palmero, tiene que ser muy íntimo de éste pero desde el día en que se abren las bodegas, el mismo cosechero que le negó a su mejor amigo un racimo, le hace regalo de vino por garrafones y barriles". Isaac Viera
¿No les recuerda un poco ésto al querer? Primero se coquetea con él sin dejarse caer del todo en las redes, hasta que luego se regala a manos llenas y de la mejor cosecha.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué bueno debe ser divertido. Por aquí también se mata el cerdo en esa fecha, a mi me da un poco de yuyu verlo, luego ya comerlo es otra cosa, je,je,pero verlo me da cosilla.
También es la fecha en la que se supone se deben plantar los ajos, no sé cómo se darán este año con tanta lluvia.
Besitos

Anónimo dijo...

¡Se me olvidó decir que los disfrutes!!!!
Más besitos.

Adormidera dijo...

Lo del cochino antes también se hacía, en las fiestas canarias era muy habitual.
Ahora ya pocos tendrán esa suerte. Yo aún llevo clavado alguno de esos gritos que luego no me impedían comer porque, cobarde, jamás me atreví a mirar.
Yo tengo pendiente sembrar en la huerta un naranjo que me regalaron, y hay que ver lo bien que le ha sentado la aclimatizacion a la terraza.
Los ajos aquí, que recuerde ahora, no se sembraron. Cebollas sí, pero ajos no consigo recordar. La verdad es que no sé si no se daban o no había costumbre.
Espero que sea buena la cosecha a pesar de todo, y gracias, yo espero que ellos lo disfruten, con eso ya quedo satisfecha hoy.

MolyGalicia dijo...

Hola niña guapa!!!! pues aquí se hace de todo, hacemos las castañas, hacemos matanza y todo lo que conlleva el "San Martín", pero reconozco que me trae cierta nostalgia porque ya no es como antes, yo me acuerdo que cuando era pequeña hacian la matanza en casa de mis abuelos-maternos y aquello era....bueno increíble, se reunian todos los vecinos con los hijos, nietos y demás familia jeje...bueno, bueno se montaba una buena fiesta!!! y claro todo eso se perdió, ahora es muy diferente....nosotros en casa sólo hacemos castañas y poco más...

Besiños linda y disfruta mucho tu San Martín!!!!

Adormidera dijo...

Moly, desde luego que cuando se tenían cochinos en casa era totalmente diferente. Yo también recuerdo de chica reuniones así.
Los primeros fresquísimos filetes que traían los hombres, cuando ellos ya habían llenado la tripa, para las mujeres y los críos.
El hígado, los chicharrones y filetes era el menú del primer día.

Luego ya salar tocino y costillas, hacer chorizos (de untar tipo sobrasada son los típicos nuestros), guardar la manteca, preparar la garbanzada del segundo día, limpiar tripas para ....nosécomosellamaba aquella gorda que rellenaban con pasas y almendras, cebollas, pan, carne, que luego se guisaba, olía tan raro aunque a mí me gustaba, y sabía a dulce delicioso, a pesar de no ser un postre.

En fin, cuantos recuerdos.
Y yo... ¡me niego a perderlo! Cochino no criaré, también nos libraremos de su terror, pero fiestas, cada san Martín, faltaría más.