04 febrero 2009

AL RESCATE (Algo así como Pesto rojo)


He rescatado ésto, escrito hace casi un año:

"Me gusta haber cumplido 40. Antes de tenerlos temí que al hacer recuento –sabía que, más o menos encubiertamente, lo haría- la balanza me hiciera una jugarreta y me diera de bruces contra el suelo de la desilusión.
Cuando tenía media vida menos quizá me hice un planning de futuro, de esos que muchos se hacen cada año, algo más halagüeño para esta edad que ahora ya me ha tocado vivir. Temía darme cuenta que me falta mucha carga en las alforjas y, por otro lado, aún porto mucha paja de la que no me desprendí.Entre esa mitad de vida y el día de hoy pasaron tantas cosas que nunca podía haber aventurado a mis 20… tantas que marcaron en su momento el lado de la senda a elegir, y otras el único que, aun en contra de mí misma, me vi obligada a caminar.
Pasaron unas cuantas semanas dando vueltas a este tema. A ratos me he sentido conforme, otras no tanto. Pero sin embargo este sábado…me empeñé. De hecho llevaba la idea fija desde hacía días, de irme a una fiesta final de carnaval en el norte de la isla. La noche estaba especialmente fría y la luna llenando de claros y sombras el mar, no nos abandonó ni un instante por el recorrido de curvas y puentes hasta San Andrés y Sauces. A medio camino hizo aparición también la lluvia, pero yo tenía la música sonándome en las tripas y unas ganas de bailar… me resistí a pensar en otra anulación… aquel plan tenía que salir. Como antes, cuando ni el mayor vendaval ni la escasa consciencia de los pocos años me hacía echarme atrás.
No había donde aparcar, la única solución por la entrada sur del pueblo, era hacerlo al otro lado de un puente de casi 2 kilómetros, sobre el abismo más pronunciado que yo he visto desde arriba (tengo vértigo) y recorrerlo dejándote calar por el aire más fino, y helado, que estiletes. Preferimos dar un rodeo de 15 minutos y abordarlo por el norte… total, la noche era nuestra –a veces ese concepto es, de tan real, casi palpable-. La plaza del centro del pueblo y la carretera que lo atraviesa estaban abarrotados. La gente se quejaba del frío y, cosa rarísima, la noche de carnaval se veía oscura, sin color, y no sólo por el pardo de las luces de mercurio que nos convierten a todos en daltónicos.
La espera del no sé qué se alargaba por dos horas ya. El chocolate se había agotado en algunos kioscos, tenía hambre y ni el suéter y la chaqueta de punto, ni las dos bufandas me impedían tiritar. De repente, por un lateral se acercó el cortejo. Delante dos pequeños estandartes portados por niños: brujos, brujas, draculines, cargaban en andas dos pececitos de tonos azules y platas, tan serios ellos en su papel, volteando y metiendo entre la gente sus andas… detrás ya la marabunta de adolescentes y jovencitos… caras pálidas, negro, violeta y rojo, una banda de música de la misma guisa, una batucada y la sardina reinona de la fiesta, un tremendo bicho cargado por cuarenta chicarrones, como una cofradía más. Todos de túnicas negras, con las caras maquilladas de terror y bailando al son de la música, ahora suave marcha, ahora desenfrenado y rítmico son de tambores… sudorosos, agotados.
Impactaba. Ni lloronas, ni piernas al aire entre gritos, ni mesar de cabellos.
Termina la marcha con la quema de la pieza en medio de la multitud… se apagan las luces, empieza el ruido de las tracas. Bajo una palmera y al aroma del romero recortado, los colores de los fuegos artificiales maquillan de color las caras de la masa de oscuros abrigos, rojos, azules, amarillentos. La luna sigue marcando un intenso camino sobre el mar que se ve entre los edificios y las plataneras, las nubes oscuras la tapan sólo a medias, creando un juego de máscaras en el horizonte. No hay música, sólo silencio ensordecido por las palmeras de fuego al explotar, sólo rostros brillantes mirando hacia el cielo. Se termina la explosión y un alto y vigoroso fuego naranja consume la carcasa en la plaza, sigue oliendo a romero y ahora también a pólvora y a humo.
Las luces continúan apagadas un ratito más que a mí se me hace eterno, camino entre los cuerpos de la plaza de encima, aún aturdidos y cegados. Y siento ganas de llorar. Ya sé lo que temía, ya sé lo que no perdí.
Tengo 40 años, con poco peso en las albardas y muchas capas de las que desprenderme aún, pero tengo más paz y más sosiego, y disfruto tanto de lo pequeño, que ahora mismo siento ganas de llorar de pura emoción. Ha sido un instante tan bello…Empieza la música y, aunque sonaba como orquesta de pueblo, me pongo a bailar, y sonrío y salto. Coqueteo. Y miro y me miran… todo parece seguir estando bien y yo no tengo edad" Febrero 2008

A día 4 de febrero de 2009: me gusta afirmar que estoy feliz por haber podido cumplir 41, y que en este tiempo hayan pasado tantísimas cosas más. Que esta mañana me haya levantado como desde siempre, temprano, y abierto las puertas esperando al sol. Y el sol hoy me haya visitado.
Hace casi un año de éso. Se acerca de nuevo el carnaval. Este año no estará M. para juntas ir a bailar (ya que decidió cerrar su círculo), y tampoco C. me cantó el cumpleaños feliz ni verá los Indianos como habíamos planeado una noche de verano, mientras cenábamos en el Mambrino. Pero yo sigo aquí, con ramos de flores por la casa, diseñando un disfraz violeta y amarillo para la piñata y desempolvando mi vestido crudo para el lunes de carnaval.
Y también sigo rescatando cosas que probé en un momento de "creatividad", esperando que mis musas esta vez no me abandonen, que les he puesto miel , yogur, galletas y lavanda, para cuando decidan tirar con chinas a mi cristal.
Mientras:
ALGO ASÍ COMO PESTO ROJO
(El original no lo he probado y no me gusta ofender a nadie)

Tiro de memoria y no puedo poner las cantidades. Acabo de darme cuenta que no lo anoté en su momento. Hasta que lo vuelva a hacer quedaremos en usar: Tomates secos previamente remojados en aceite. Molidos con ajo, carne de pimienta seca una vez rehidratada, en este caso obvio que era del lugar, o sea: palmera, poquitas nueces o almendras, parmesano y sal.

Me gustó tanto como el verde. Pero teniendo en cuenta que sigue siendo potente, fuerte, saciante, para tomar con un vinito entre muchas risas y luego pasear. El queso tierno rayado de esta tierra, suaviza su sabor. Aunque, con los espaguetti, a mí me gusta más a "palo seco" con orégano espolvoreado y el cacho de queso en la otra mano.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Que cumplas cuarenta y mil.
SALUD.

tanci dijo...

A veces no sé lo que es tener edad. A veces, a mi también, me da la sensación de que no he cargado de nada las alforjas habiendo cumplido más años que tú. Y que todo lo vivido no ha quedado en mi disco duro. A veces, tengo la sensación, que no he tenido etapas y que todo está por llegar y en esa venido hay un vacío... pero me gusta saber que cumpliste y que un año es redondo y que sigues transmitiendo alegría y optimismo por la vida, por tu vida. Eso es lo que importa. Los demás aliños forman parte de ese puzzle que cada uno tiene el deber de ir encajando; por responsabilidad y por coherencia. Gracias por compartir el itinerario a San Andrés.Un abrazo.Tanci

Unknown dijo...

Hola!!!!!!
Entre líneas leo ilusiones renovadas...¿leo bien? Y no sabes cuánto me alegro!
Leerte me hace pensar/ recordar:
Cuando era más joven me preocupaba "envejecer" y me reía yo de los que me decían que con los años ganaría estabilidad y otras "cosas maravillosas"..., pero fue cierto: me encanta como me siento ahora (centrada, agradecida, feliz, sabiendo qué es lo importante...)
Mis alforjas tampoco llevan lo que planeé con veinte años, pero el balance resulta positivo una vez que me reconcilio con mis propios "demonios"...
Disfrutar y luchar, eso es lo que pienso hay que hacer: disfrutar de lo que tenemos y luchar por lo que queremos, si es que queremos más de lo que tenemos...
Me ha encantado el mojo. Tengo todo en casa, así que a la primera ocasión lo pruebo.
Besos

alinitaxula dijo...

Felicidades mi niña, que cumplas muchisimos más y que tu sonrisa no se apague nunca¡¡¡¡¡¡¡
Que lo pases genial y a disfrutar de las pequeñas cosas.
Besin y abrazo gordos¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
alinita

mamen dijo...

Yo, que tengo muchos mas que tu, aun me parece que tendre tiempo de hacer algo que hace mucho di por perdido, y mientras que siga cumpliendo años, seguire esperando que pase,espero que tu cumplas todos tus deseos, sin esperar tanto como yo,un besito

Anónimo dijo...

¡¡Muchas felicidades, Adormidera!!
A mi me hace mucha ilusión cumplir años, te veo muy animosa y una siempre tiene planes, ilusiones, historias... y para realizarlos hace falta tiempo.
Mi madre dice que no le pesó cumplir los 40 ni los 50, y que sólo pueden pesar los años que se dejan de cumplir.
Sé muy feliz!!!
Muchos besos.

Juan Hernández dijo...

Hola Adormidera. Entre los premios y leer tus relatos se me va la mitad de mi tiempo jj, así que no puedo poner casi nada.
Por lo que he visto no hace mucho has cumplido 41 años, aunque sea con retraso te quiero felicitar y desearte, como dice la canción, que cumplas muchos, muchos más, y que yo los vea jj, de esa forma podré seguir leyendo tus relatos, poniendo mis comentarios, aunque algunos los pensaré muy mucho antes de hacerlo jj, y ver tus recetas que, aunque soy un aprendiz, tengo que decirte son una maravilla. Y este Pesto rojo o algo así, como lo has titulado, es todo un ejemplo de una receta que debe estar para chuparse los dedos y, aunque lleve queso, con un buen vaso de vino se diluye su sabor.
Saludos

Toñi Sempere dijo...

Hola, Adormidera, veo que has cumplido años, te felicito , te deseo muchos más y muy felices.
Tenía cosas para decirte , ya sabes que me haces pensar, pero vaya, no sé expresarlas ahora como quisiera.

muchos besos, espero que hayas tenido un feliz cumpleaños.

Adormidera dijo...

Cuarenta y los que sean... y que tú lo veas, aunque estemos para entonces todos calvos, ELO.
Gracias.

TANCI, normalmente me quedo en la mención de un número ausente de sensaciones. En los treinta sí pasé un momento delicado, no sé si eso que llaman crisis. Esta década de los cuarenta venía acompañada de otras circunstancias y un cierto revivir después de años de una cárcel formal y extraña para la edad en que me tocó. No podía sino hacer revisión ante tanto cambio. Y salió positivo. Siempre positivo, igual que estos doce meses que celebro haber vivido, con lo bueno y con lo no tanto, que algo debió haber aunque ya me cueste recordarlo.
Cuando he vuelto a leer ese paseo hasta S. Andrés y Sauces se me ha encogido algo dentro. Este año espero volver!!!
Aquel baile terminó en un tremendo remojón pillado en las carreras bajo los aguaceros, que obligaron a regresar temprano en la madrugada, en risas y ahogos desnudándome de las prendas empapadas en el coche. Menos mal que en noches tan frías, voy como una cebolla y con una capa más de repuesto. Luego, en casa, un té hirviendo y a dormir. Uhmmmm... tendremos luna llena por carnaval???
Tendré que mirar.
Un beso.

CALOHE, entre líneas se veía el sol radiante de la mañana de ayer. Abrí las puertas y ventanas poco después de las siete y esperé a ver amanecer. A veces ese simple ritual me reconcilia con todo, meter las manos en la tierra me reconcilia con lo importante. Me da el respiro suficiente para replantear objetivos, redireccionar la nave, retomar ilusiones de siempre y ponerme pequeñas metas a minutos vista. Ordenar lo que me rodea, amansa un poco a la fiera... no siempre.
Suelo decir que prefiero esta edad y las que estèn por venir, por la capacidad de apurar lo que nos ocurre de una manera consciente. No con la furia bruta y la energía ciega de la juventud, en la que es natural que todo ocurra ràpido y sin análisis... prefiero este paladeo sensual, enervante ya por esta actitud, este distinguir sabores, identificar olores, optar, decidir, antes que los atracones rápidos y sin huella de etapas anteriores.
Un besssazo

ALINA, yo también espero que no se apague mucho tiempo seguido, porque creo que me pongo de un feoooo.
Un besazo y mil gracias.

uyyyyyy, MAMEN, mira que si necesitas ayuda para conseguirlo, puedes pedir, eh?! Igual estaría bien una cadena de favores...
Un abrazo y por supuesto si tu objetivo es para este tiempo de vida, espero lo consigas. Faltaría más!!!

No pesan nada, no MARÍA, al contrario, cuantos más, menos pesa. En mi caso al menos es así. Y me encanta a mí también cumplirlos. Este año me pilló con un poco de bajón pero ... porque andaba medio pachucha, quería una tarta que no llegó hasta que CALOHE hizo el milagro. Me apetecía celebrarlo quizá de una manera que ni se me ocurrió plantear porque sabía que no se podía ni yo queriéndolo mucho.. en fin... finalmente tuve como siempre, muchísimo más de lo que merezco. Mensajes, flores, algunos regalos, horas de abrazos y palabras que hasta los pinchudos necesitamos para florecer. Y ahora estás aquí, felicitándome y dándome besos... jajajaj, pues qué más!!! Si es que... qué burra caprichosa se vuelve a veces la canaria.
Un abrazo apretado.

jajjajaja, JUANNNNNNN, ni se te ocurra pensarlo mucho. jajajajaj, entonces cómo voy a quedar yo que no pienso nada, que parezco un jarro agujereado, todo lo que está dentro, sale sin medida. No, no, no... entonces empezaré yo también a cortarme, y serás culpable de una úlcera por contención.
Un abrazo
ahhhhh, y analiza tu situación actual, que igual tienes en tu mano la respuesta a porqué ciertas cadenitas a mí no me gustan nada (aparte otras consideraciones más que no expondré sino delante de mi abogado) jeje
Re-abrazo y no te olvides al menos de comer, jajajajajaja

PICA, cuando y como prefieras. Tus comentarios siempre son bienvenidos. yo te hago pensar, tú me haces pensar a mí aunque sea con una simple canción y ya van.... no sé cuantas. Sigo pensando en coincidencias. Unas más calladitas que otras.
Un abrazo y gracias siempre.

Adormidera dijo...

JUAN, yo pensando... creo que la base de los pestos son el ajo, el aceite, el queso, los piñones y la yerba o varios en cuestión.
Yo no suelo tener piñones en casa, que resultan bastante caros. Pero se me ocurre que si no te gusta el queso, con bien de piñones, aceite, ajo, el tomate y perejil, albahaca si te gusta o cualquier otra yerbita, debe quedar igual de rico.
A lo mejor pruebo yo algún día también.

Anónimo dijo...

Hola Adormidera :-))

Ya te felicité tu cumple en el blog de Calohe y ahora lo hago de nuevo como siempre encantada de poder leerte porque es un auténtico placer.....

Pienso que cada etapa de la vida tiene sus facetas positivas y negativas, pero ir madurando es fantástico porque te permite con serenidad ir dando prioridad a las cosas que realmente te importan, decir "no" cuando es necesario y seguir viviendo como nuestra conciencia nos dictamina , fuera de ataduras verbales del exterior que en otro tiempo atrás nos podrían equivocar dejándonos llevar a falta de la experiencia que se sufre en la juventud dónde todo son descubrimientos, aunque la pasión por encontrar tesoros aún ocultos nunca se nos morirá tengamos la edad que tengamos...........todo está en la cabecita.

Yo conozco jóvenes que parecen viejos y personas mayores que irradian positividad, alegría , llenos de sueños por cumplir..............

Sigamos cumpliendo años y demos gracias por ello .

El pesto me lo apunto porque me ha gustado tu forma de prepararlo.

Besinos mil yogurín.

a n i s h i dijo...

Muchas Felicidades Adormidera, miles de besos porque cumplir años significa haberlos vivido con mejores o peores cosas en nuestras alforjas pero con aliento que a ti nunca te falta.
Para mí cumplir años es renovar mi vida cada vez, es un día especial, o yo lo hago especial, no se, me debieron enseñar de niña a soplar la vela con mucho pulmón, con los deliciosos pasteles que hacía mi madre.
Pues eso es lo que te deseo, que soples profundamente y sigas mandando alegría en tus letras que tanto gusto da leer.
Un abrazo a mi más silenciosa visitante.
Ana

Paco Becerro dijo...

Muchas felicidades.

Vengo desde Apicius, pero me encuentro aquí a Elo, con quien tantas recetas he compartido.

Nos seguiremos encontrando...

Anónimo dijo...

Hla Adormidera. Mealegro que este feliz,por haber cumplido tu añitos y que sigas culpliendo munchas cosas buenas.El pesto sebe !buenisimoooo!. un abrazo...De Humita